El
adolescente desea ser autónomo e independiente, por lo que sus conductas serán
un reflejo de esta necesidad interior y por tanto estarán condicionadas por
esta actitud íntima.
Por otro
lado el desarrollo de sus capacidades mentales (reflexión, espíritu crítico,
planificación, abstracción, etc.) le permite un mejor análisis de los aspectos
cognitivos de las actitudes y de la realidad, así intenta explicarse el mundo
desde su perspectiva y le parece que los adultos están equivocados al no verlo
como él lo ve.
Al mismo
tiempo, su búsqueda de la realización personal, su idealismo y simplificación
lógica, le hacen difícil comprender las opiniones y experiencias de otras
personas, lo que provoca la llamada "Crisis generacional", forma más
o menos agradable de llamar a una actitud caracterizada por el rechazo y falta
de comunicación entre el adulto y el joven.
En otras
palabras el joven madura día a día con
dudas y desafíos que exigen nuestra paciencia y, muchas veces, con
rechazos de las ideas y propuestas que desde la perspectiva adulta se le
proponen.
La
búsqueda de nuevas experiencias, el deseo de probar todo le lleva, a veces, a
la idea de considerar que su ambiente familiar y escolar le pone dificultades e
impide el disfrute de las experiencias que desea tener, la familia y la
educación le obligan a tareas que no desea hacer y le impide hacer otras que le
ilusionan. Todo ello hace que se incremente su actitud de rechazo ante el
modelo familiar y educativo.
El joven
tanto en el seno familiar, como en el ámbito educativo, puede mostrar una
apatía desesperante que es reflejo de su estado anímico: puede negarse a
colaborar en todas las tareas de la casa y al mismo tiempo exigir que todo esté
a su gusto y en el momento que quiere... Situaciones que, en algunos momentos,
crean un gran malestar en la convivencia familiar.
Sin embargo, los usos
y costumbres defendidos por la familia, aún a pesar de ser criticados y
rechazados, representan un marco de seguridad y confianza para el joven ante un
conflicto con otros compañeros y con la vida.
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