La
adolescencia es esencialmente una época de cambios. Trae consigo enormes
variaciones físicas y emocionales, transformando al niño en adulto
México cuenta
con un total de 12.8 millones de adolescentes entre 12 y 17 años de edad en
2013, de los cuales 6.3 son mujeres y 6.5 son hombres.
En la
Psicología Social, las actitudes constituyen valiosos elementos para la
predicción de conductas. Son de especial interés porque otras personas intentan
fluir en ellas a través de la persuasión y porque a menudo se reflejan en la
forma en cómo nos comportamos con otros.
Para
muchos psicólogos las actitudes no son únicamente un constructo que explica una
buena parte de la conducta humana, sino importantes medios de predecirla.
Al igual
que sucede con los intereses, es difícil que haya alguna actitud o grupo de
actitudes que sea universalmente aplicables a la adolescencia, pues difieren de
la misma forma que los individuos y los ambientes. Lo que si podemos afirmar es
que la adolescencia es una época en la que surgen nuevas actitudes e ideas, que
moldean la personalidad del individuo de esta edad, y su ajuste a la vida. De
la misma forma aunque la formación de valores abarca toda la vida del ser
humano, los aspectos intelectuales y emocionales de éstos, atraviesan el
momento más atractivo en este período.
CAMBIOS EN
LAS ACTITUDES Y CONDUCTAS DEL ADOLESCENTE
- el
adolescente sueña y medita;
- critica
minuciosamente el comportamiento de sus padres;
- tiende a
alejarse del círculo familiar.
A
nivel afectivo
- siente
necesidad de amar y de ser amado, pero se ve mediatizado por sentimientos de
egoísmo y hasta por ciertos rasgos egocéntricos y de vanidad personal;
- va ganando confianza en sí mismo, pero necesita servirse de los demás para reforzar su comportamiento con su aprobación benevolente;
- sueña el amor antes de vivenciarlo y lo desea ardientemente para satisfacer sus necesidades esenciales: por su necesidad de ternura y por exigencia sexual;
- canaliza el amor hacia el sexo contrario, dando origen a un amor mezcla de ansiedad y de alegría, de desafío y estímulo, de "deseo-amenaza" de seducción y de deseo-riesgo de ser amado, de satisfacción afectiva y de desesperación solitaria, de superioridad y de inferioridad, de placer y de culpa.
- va ganando confianza en sí mismo, pero necesita servirse de los demás para reforzar su comportamiento con su aprobación benevolente;
- sueña el amor antes de vivenciarlo y lo desea ardientemente para satisfacer sus necesidades esenciales: por su necesidad de ternura y por exigencia sexual;
- canaliza el amor hacia el sexo contrario, dando origen a un amor mezcla de ansiedad y de alegría, de desafío y estímulo, de "deseo-amenaza" de seducción y de deseo-riesgo de ser amado, de satisfacción afectiva y de desesperación solitaria, de superioridad y de inferioridad, de placer y de culpa.
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